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sábado, 16 de abril de 2011

Lípari, la capital de las Islas Eólias, un lujo aún no destruido por el turismo

Si Sicilia en si misma es una maravilla, ir a Lípari es como comerte la guinda de la tarta. Lípari es la mayor de las islas del archipiélago de las Eólias, la más poblada y la capital, que administra Vulcano, Salinas, Strómboli, Panarea, Filicudi y Alicudi. Su mayor población, Lípari , donde atracan los transbordadores, es un encantador pueblecillo mediterráneo de casitas blancas y calles estrechas y con una acrópolis en lo alto de la roca, repleto de vida, comercios y hoteles más o menos lujosos.Se alquilan motos por todas partes y es, precisamente, con una vespa como mejor recorres la isla que tiene varias poblaciones habitadas. Las islas son Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco en diciembre de 2000, por la riqueza de sus ecosistemas y la belleza de sus parajes, preservados en algunos puntos y alterados por otros por la construcción turística descontrolada. El turismo ha devuelto la vida a las islas Eolias, que después de la plaga de filoxera de la vid conocieron el éxodo de más de la mitad de sus 20.000 habitantes durante la primera mitad del siglo XX . Tan sólo a partir de 1970 el saldo migratorio comenzó a ser favorable gracias a los empleos creados por el sector turístico. Desde la vecina Sicilia salen barcos desde Milazzo y Mesina que si son los más rápidos tardan como una hora. Como peculiaridad, Lípari tiene canteras de obsidiana y piedra pómez y es frecuente bañarte en sus aguas cristalinas rodeada de piedras pómez flotando debido a su porosidad. Cuentan allí que las islas surgieron de movimientos volcánicos allá por el año 13.000 antes de Cristo.
En la actualidad la capital, Lípari tiene dos calles principales y paralelas, Vía Garibaldi y Umberto I, llenas de tiendas de ropa playera, boutiques, tratorías, tiendas de vinos… Durante el día, después de la playa, la vida se desarrolla en torno a estas dos calles. Cuando llega la noche, el ambiente se desplaza al puerto de Marina Corta. Allí la gente se sienta junto al mar a ver el atardecer, cenar al aire libre y escuchar música en directo en algún pub del puerto. Pero todo en un ambiente casi familiar si lo comparamos con cualquier lugar turístico de la costa mediterránea española.Un lujo que no durará mucho. Para bañarte, puedes dirigirte hasta  Canneto que es un pueblo situado a 3 kilómetros y que tiene una playa larga pero de guijarros. Desde allí, a través de un sendero que se asoma al intenso mar azul, se llega a la playa de Spiaggia Bianca, una playa también de cantos, muy tranquila y a la que sólo se puede acceder andando. ¡Ah! , no es blanca como indica su nombre, sino negra. A unos cuatro kilómetros de allí, hacia el norte , está Cave di Pomice, una playa con aguas claras color turquesa , situada junto a una de las mayores minas de piedra pomez del mundo.  La playa estába llena de cantos de piedra pomez y obsidiana. En Lípari, casi todo el turismo es italiano. El afan depredador de los touroperadores todavía no se han ensañado con las islas Eolias y viven alejadas de las hordas de turistas. Espero que por muchos años. 


2 comentarios:

  1. Bueno..., mañana partimos para sicilia -palermo - y después Lipari. vamos 6 mujeres dispuestas a pasarlo bien y ver cada rincon de esta isla.
    Dices que desde sicilia se puede llegar en una hora a lipari, sin embargo donde hemos misrado para hacer este trayecto parece que dura alrededor de 4 horas y es algo caro.
    Enhorabuena por eñ blog.

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  2. Hola Belén, muchas gracias por dejar el comentario. Nosotros viajamos a Lipari con Ustica Lines desde Milazzo y no tardamos más de hora y media. Supongo que las cuatro horas serán desde Palermo u otro punto de Sicilia. Lo vais a pasar genial, ya me contarás !! A disfrutar que aquello es maravilloso

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