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domingo, 15 de mayo de 2011

Judiones de La Granja en La Hilaria, en Valsaín

Subes el puerto de Navacerrada, pasas las 7 revueltas y antes de llegar a la Granja de San Ildefonso te encuentras "La Hilaria", en Valsaín, donde puedes comer cordero, trucha, carnes rojas, y, como no, los famosos judiones. El restaurante, al que cada fin de semana acuden en masa los madrileños, es famoso por su cocina tradicional castellana y por la calidad de sus productos frescos y de temporada. Se cuenta que un cierto día Felipe IV preguntó si en Valsaín había olivas y el bufón Barbarroja le contestó , "aquí señor ni olivas ni olivares", en clara alusión al Conde Duque de Olivares que fue desterrado a Sevilla. En Valsaín hay praderas verdes y un rio, el Eresma. Casa Hilaria es un restaurante a pie de carretera, decoración estilo mesón y una cómoda terraza acristalada (necesario reservar para sentarse ahí). Tienen un par de menús degustación y ambos incluyen los judiones de la Granja. Sin duda se trata de un “As” de la gastronomía de Segovia y que junto al cochinillo asado, el cordero lechal y los chorizos de Cantimpalos completan un poker de ases gastrónomicos sin parangón a nivel nacional.
El Judión tiene su origen en América y es introducido en La Granja por alguno de los reyes que se asentaron a veranear allí  a lo largo de los siglos. La variedad que se cultiva en La Granja  es la  judía de España. Se pueden comer con una receta tipo fabada con chorizo o con almejas. Pero, en Casa Hilaria les han cogido el punto exacto. Fundada en 1929, esta casona con unas impresionantes vistas sobre Peñalara, es punto de encuentro de los que gustan de la sencillez de la cocina tradicional. Al sitio ideal se le suma su proximidad a la preciosa localidad segoviana de La Granja. En la ladera norte del Guadarrama, en los bosques de La Granja, los Borbones construyeron un fastuoso palacio, a imagen y semejanza de Versalles. La versión resultó un poco más modesta, pero con el lujo de la Sierra de Guadarrama como telón de fondo. Carlos III, al que le gustaba cazar por estos parajes, añadió la llamada Casa de Infantes para que vivieran sus hijos, Don Gabriel y Don Antonio. La Granja de San Ildefonso se constituyó como residencia Real, siendo un ejemplo de arquitectura palatina europea, que marca de manera firme la transición entre la sobriedad de los gustos de los Austrias al refinamiento de los Borbones. Transición de lo español a lo francés y de lo francés a lo italiano. Y finalmente retorno a la interpretación de lo neoclásico en la Monarquía Española. La visita a la Granja de san Ildefonso se ha de concretar en cuatro lugares: El Palacio, los jardines y fuentes, la fábrica de vidrio y las iglesias del Real Sitio. Hoy, este vuelve a ser un lugar para el ocio y el relax a poco más de una hora en coche desde Madrid lo que supone que los madrileños abarrotan los numerosos restaurantes y asadores de la zona. El buen comer segoviano suele identificarse con los fogones capitalinos de Cándido, Duque, Amador y algún otro buen local de la ciudad, o con los periféricos de Sepúlveda, Pedraza o Turégano. Menos conocidos son los locales próximos a la capital. Entre los numerosos restaurantes de La Granja hay, al menos, otras dos buenas referencias: Canónigos (en la casa y plaza del mismo nombre) y Dólar (una institución en el lugar).

Casa Hilaria. Carretera de Madrid
40109 Real Sitio de San Ildefonso
921 470 292


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