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martes, 16 de agosto de 2011

El Barrio Húmedo de León, para mojarse por dentro.

Toma su nombre del hecho de que cientos de turistas y leoneses se "mojan" por dentro a diario en los númerosos bares, mesones y tascas típicas con sabor medieval que encuentran en la zona. El barrio húmedo de León es la zona más conocida y popular de la ciudad, al sur de la calle Ancha, en el casco antiguo, junto a la Catedral, y los nombres de sus calles- Azabachería, Platerías- recuerdan los oficios artesanos que le dieron vida en el pasado, aunque los comercios tradicionales están desapareciendo . Tapear por este barrio es uno de los muchos atractivos que tiene León. Las raciones y tapas variadas son exquisitas, y es lugar de encuentro a la hora de los vinos, por la mañana y por la tarde, y también por la noche, para salir de copas. Jóvenes y no tan jóvenes pueden disfrutar de la plaza mayor y sus alrededores. Todo tipo de tapas, pero especialmente las sopas de ajo leonesas, el chorizo, la morcilla y los vinos de León ofrecen un exquisito placer a los visitantes. En el Barrio Húmedo tampoco faltan multitud de restaurantes donde abundan los platos típicos de León, como las truchas, el cocido, el lacón con grelos, los botillos, etc. En León es un ritual "salir de tapas o vinos", cada bar tiene su tapa característica que ponen de forma gratuita con cada consumición, con solo pedir un chato corto o un butano. Así, podemos tomar croquetas de diferentes ingredientes en El Rebote, patatas ali-oli o gambas en el Latino, pizza en La Competencia, morcilla en La Bicha, sopas de trucha en el In Situ, cecina leonesa en Latitud42, o el huevo frito con picadillo en el Puerta del Sol. La Plaza de la Regla, también conocida como Plaza de la Catedral es uno de los lugares emblemáticos del barrio y alberga un mercado de sellos y monedas antiguas bajo los soportales cada domingo. Los miércoles y sábados hay mercado de alimentación con productos típicos de la zona. Es la típica plaza castellana, rodeada de casas con soportales. En verano se puede disfrutar de la vista tomando algo en una de sus terrazas. De aquí la ruta sigue hacia la calle Matasiete, una de las más estrechas de la ciudad, que desemboca en la plaza de San Martín, el corazón del Barrio Húmedo, lugar de encuentro de locales y turistas para ir de cortos o de chatos. O sea, que ólvidese del calzado y la ropa de agua que no hará ninguna falta para visitar o pasear por este barrio. Solamente hará falta un poco de prudencia, pues con sus ricas tapas, es posible que se anime a hacer un completo recorrido por la zona, y entonces si que acabará un poco "encharcado", pero por dentro. Al Húmedo hay que volver por la noche para ver su ambientazo y de paso admirar la fachada iluminada de la Catedral.
Desconocida aún por muchos, la ciudad leonesa se abre al visitante ofreciendo sus imponentes edificios cargados de historia como La Casa de Botines diseñada por Gaudí o el Palacio de los Guzmanes, y la modernidad del MUSAC que la ha internacionalizado y que es la imagen del León más vanguardista. Incluso para aquellos a los que no les guste el arte contemporáneo solamente admirar el edificio colorista, que homenajea a las vidrieras de la catedral, en sí mismo ya merece la pena. Obra de Mansilla y Tuñón , recibió el premio Mies van der Rohe de arquitectura en 2007. El auditorio también fue construido por el mismo estudio y está situado muy cerca del museo. La entrada al Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León es gratuita.

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