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sábado, 17 de diciembre de 2011

Jmaa el Fna en Marrakech, el mundo en una plaza

La plaza Jmaa el Fna de Marrakech es la más famosa de Africa, todo un muestrario de la vida y la cultura de Marruecos, y un monumento de realidad declarado patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es un amplio espacio en el corazón de la Medina y su nombre significa "Plaza de la Muerte" porque probablemente ajusticiaban en ella infieles y delincuentes en otros tiempos. No tiene ningún monumento destacable pero su gran atractivo es el ir y venir de sus gentes. Durante el día, encuentras un ambiente más pausado.
Puedes disfrutar de la plaza, con la impresionante estampa de la Koutoubia al Oeste. Puerta de entrada al zoco, la plaza está rodeada por puestos de zumo de naranja, que son bien hallados cuando el calor aprieta.  Por la mañana venden fruta, agua dátiles, pero cuando más interesante se pone la plaza es por la tarde cuando se reúnen en ella domadores de monos, adivinadoras de la suerte protegiéndose bajo sus sombrillas, arrancadores de dientes, estrambóticos encantadores de serpientes, malabaristas, trapecistas, mujeres tatuando con henna y artistas callejeros: danzas tradicionales, músicos populares, narradores de cuentos, sanadores y otros charlatanes que prometen curaciones milagrosas hasta para la infertilidad y la impotencia utilizando raices misteriosas, huevos de avestruz, incienso y versículos del Corán, aguadores con trajes típicos...todo un placer para los ojos de los turistas y de los fotógrafos que ven allí el paraiso. Pero cuidado, porque a menudo intentarán sacarte dinero por hacerles una foto así que lo mejor es pactar el precio para evitar malos rollos. Llegando la noche la plaza se anima aún más con la llegada ruidosa de incontables carros ambulantes que invaden el espacio, proponiendo comidas típicas muy baratas, llenas de sabor y color: sopas, couscous caliente, cabezas de cordero asadas, ensaladas, buñuelos... todo listo para degustar en mesas dispuestas ahí mismo.
Avanzada la noche, la atmósfera está totalmente invadida por el humo de las parrilladas y la gente llega hasta la plaza como atraida por un gran imán. Es el momento de subir a las terrazas del café de Francia o el Argana o a algun otro de los que rodean la plaza, tomar un té o algo de comer y observar desde lo alto como pasa la vida. Es un espectáculo en si mismo que nunca te aburre o te deja indiferente. Alfred Hitchcock rodó en Jamaa el Fna escenas de la película El hombre que sabía demasiado. La Plaza de Jemaa el Fna es un eterno rincón de bullicio, olores, sabores y gentes, centro social de Marrakech es un lugar que cautiva desde el primer instante. La pódeis cruzar con todos los sentidos, la mirada, el gusto, el tacto…Desde esta plaza parten todas las callejuelas que conforman la medina y que hay que recorrer. La plaza es completamente peatonal y está rodeada de mezquitas. No hay que perderse cualquiera de las cinco llamadas a la oración que se hacen al día desde alli. Es el momento en el que los músicos dejan de tocar y parece que todo cambia. En Marrakech se encuentra la esencia milenaria del Imperio Almorávide y los mejores puntos de interés de Marruecos…. El olor embriagador de Marrakech se te mete en las entrañas nada más llegar y vives con él durante toda tu estancia.

La lorquiana Sierra de la Alfaguara, en Granada, las tortas jayullas y el pan de Alfacar

Además de con agua y aire puro, la sierra de la Alfaguara siempre tentó al granadino con sus panes, enormes hogazas cocidas en hornos morunos de leña, así como con crujientes roscas, saladas salaíllas y dulces jayuyas. Bajo el influjo del Parque Natural de la Sierra, se elaboran panes de prestigio, en varios formatos: bollos (con sus terminaciones en puntas), roscos (con forma de elipse), roscas (con forma de corona) y hogazas. A base de harina de trigo, con el agua de mineralización media en calcio y magnesio, junto con las masas madres -trasmitida su elaboración de generación en generación-, configuran las características de estos panes diferentes. Las tablas para los 'tendíos', las lonas de algodón para cubrir las piezas y los hornos de solera refractaria, consiguen el resto. Cada 1 de febrero es día de fiesta en Granada y se reparten jayuyas o salaíllas,  habas y bacalao seco. San Cecilio es el patrón de Granada y la romería se remonta a 1599, año en que una peste asoló Granada y de la que según la tradición se salió por invocación al santo. Esta romería tiene lugar en el Bario del Sacromonte, en torno a la Abadía que recibe el mismo nombre. El paisaje frente a la Alhambra, con sus casas-cueva y vegetación le dan un carácter espectacular. En torno a ese día hay actos civiles, militares y eclesiásticos y tiene lugar una ofrenda y una misa. El reparto de salaíllas o tortas jayuyas, habas, bacalao, tortilla del Sacromonte y vino, que el ayuntamiento ofrece a todos los asistentes, es tradicional, como los bailes y música locales y regionales organizados también por el mismo. Muchos grupos, se reparten por el monte y hacen su comida de campo. Productos típicos de esta fecha en Granada son el jamón con habas, las cuajadas de carnaval y las glorias del convento de Zafra. La hallula o jayuya y la salaílla son tortas de pan redondeadas las primeras con azúcar horneada y las segundas con granos de sal gorda en la superficie y dentro un migajón jugoso, originaria del barrio del Albaicín y de Alfacar, el municipio enclavado en la Sierra de la Alfaguara, la más próxima a la capital granadina.
Cuentan que antes de que se inventasen las furgonetas, el pan llegaba a todas las casas de la capital en capachos de pleita acarreados por mulos desde Alfacar, conocida como la tahona de Granada. Pero también en Víznar y en Cogollos Vega ha habido siempre manos diestras en amasar y moldear panes, medias, bollos y tortas de la carda. En esta sierra tan lorquiana, eclipsada por la vecina presencia de Sierra Nevada, se pueden comer setas y carnes a la brasa a muy buen precio en el restaurante La Ruta de Lorca, visitar la Fuente grande o de Aynadamar (como la acequia a la que da nombre) que se traduce por “Fuente de las lágrimas”. y probar la pastela moruna del Horno de Víznar. Situada en la provincia de Granada (España), la Sierra de Huétoro de la Alfaguara fue declarada  Parque Natural  el 18 de Julio de 1989 y forma parte de las estribaciones de Sierra Nevada, siendo  frontera natural entre la Hoya de Guadix y la vega de Granada.  Limita  al  sur con Sierra Nevada, al norte con el pasillo de Iznalloz, al este con la Hoya de Guadix  y al oeste con la vega granadina. La web del Ayuntamiento de Víznar, uno de los municipios enclavados en esta sierra cuenta como "En 1936, el 19 de agosto concretamente, muere asesinado entre Víznar y Alfacar el poeta Federico García Lorca. Tras ser conducido desde Granada, pasa frente al Palacio Arzobispal de Víznar, donde se encuentra el cuartel de la Primera Bandera de Falange, al mando del capitán Nestares, y es conducido directamente a La Colonia, lugar donde esperaban a ser fusilados en el Barranco de Víznar, en el lugar conocido por "Los Pozos". Sin embargo Federico fue asesinado en el Camino de la Fuente, junto a dos banderilleros y un maestro de escuela."

lunes, 12 de diciembre de 2011

Restaurante Agustina, en Cazalla, comer bien en la Sierra Norte de Sevilla

Cocina tradicional con un toque de fusión y buenísima carta de vinos. El restaurante Agustina de Cazalla de la Sierra, en la provincia de Sevilla, es una apuesta arriesgada que comenzó hace unos dos años y que se ha ampliado con un bar de tapas en la parte baja del local que es donde más afluencia de visitantes hay en los días entre semana. Tiene una amplia carta en la que destacan especialidades como el surtido de ibéricos de la sierra, el taco de atún sobre salmorejo, la caldereta de venado, la carrillada ibérica y el cochinillo al horno churruscadito, el milhojas de morcilla con pimientos y piñones, el milhojas de atún, las zamburiñas o el cordero lechal (pero lechal de verdad), entre otro montón de exquisiteces y para colmo no es nada caro. El restaurante Agustina utiliza la tradición  y los productos de mercado con un toque de cocina de autor. Este restaurante, enclavado en Cazalla de la Sierra, en pleno Parque Natural de la Sierra Norte, tiene como marco una de las plazas más coquetas del pueblo con encanto andaluz y rodeado de casas llenas de luz. Los dueños dicen que en su cocina, el cariño es el gran secreto de cada preparación. Siguiendo este precepto y utilizando las mejores materias primas hacen posible la unión de lo clásico y lo vanguardista para ofrecer un restaurante de corte actual nada convencional en un enclave rural y muy muy acogedor.
Absténganse quienes esperan encontrar la típica comida "rural" de carnes, guisos y revueltos... Lo que nos ofrece el restaurante Agustina son recetas originales, que incluyen varios platos de mar, aunque con una base en la cocina de siempre. La gastronomía típica de Cazalla se basa en el cerdo ibérico, que enriquece de manera especial la mesa y aporta una alimentación fuerte y sabrosa, pero tampoco podemos olvidar otras clases de carne que son los platos estrellas como el cordero y las carnes de caza: jabalí, venado, perdices, etc., principalmente asados o en calderetas. En el caso del cerdo la calidad de las chacinas es insuperable en la Sierra Norte de Sevilla, donde se crían los animales aunque después se curan en Salamanca y los comercializa la Denominación de Origen de Guijuelo. Pues bien, todo eso pero de una manera diferente lo encuentras en la cocina de Agustina.
Restaurante Agustina.
Plaza Concejo, S/N  41370 Cazalla de la Sierra
954 883 255

Hotel rural Palacio de San Benito, parada obligada en Cazalla de la Sierra (Sevilla)


Es un hotel rural con mucho más que encanto, en un antiguo palacio reconstruido en pleno centro de Cazalla de la Sierra, un coqueto municipio en la Sierra Norte de Sevilla. Está pegando a una ermita construida por la Orden de Calatrava en el siglo XV y en su origen se utilizó como hospital de peregrinos en la ruta del camino de Santiago. El Palacio de San Benito fue reconstruido en 1997 y dedicado a alojamiento  rural.
Las habitaciones tienen muebles de los siglos XVII y XVIII, algunas comunican con un pequeño jardín interior y todas son especiales para una escapada romántica y además permiten mascotas. Pero el hotel es mucho más, ya que el Palacio cuenta con salones impresionantes, recogidos y coquetos; una espectacular piscina con fuente en el jardín interior; una capilla rococó con una imagen de la Virgen del Carmen; un restaurante en donde vajillas de cerámica españolas e inglesas decoran el ambiente, una impresionante biblioteca que se ha convertido en el salón del hotel con una chimenea con mármol de carrara y ambiente vistoriano...y un sin fin de maravillas que hacen que el lugar sea uno de los objetivos a visitar en Cazalla, aunque no se hospede uno en él. Son famosas, para colmo, sus meriendas con tartas de chocolates, limón, queso y manzana, acompañadas de café o té cuyos precios oscilan entre los 2,50 y los 4,50 euros.
Como hospedaje es tranquilo y encantador, pero hay que tener en cuenta que no está catalogado como hotel sino como alojamiento rural por lo que igual es precio (160 euros por noche y habitación doble, aunque hay ofertas puntuales) puede ser un poco elevado, aunque la esperiencia es única. Este hotel dispone de conexión inalámbrica a internet gratuita en todas sus instalaciones. La finca cuenta con un elegante bar con terraza desde la que se ve la pequeña plaza de toros de Cazalla y los campos. Las huertas mudéjares se cultivan hoy en día con los mismos aparejos que antiguamente, un espectáculo que se ve en muy pocas partes. Se trata de un lugar mágico y con mucho encanto desde donde descubrir esta parte de la Andalucía serrana , su gente, su historia, tradiciones y naturaleza. En las inmediaciones se puede hacer senderismo, rutas en bicicleta o dar paseos en coches de caballos. Cazalla de la Sierra es uno de esos pueblos sevillanos con pedigrí que es necesario visitar.  La iglesia de San benito, pegada al Palacio fue construida entre los siglos XVI y XVII, es de estilo neomudéjar con una sola nave dividida en cuatro tramos por arcos transversales.
Hotel Palacio de San Benito. Teléfono: 954 883 336
Fax: 954 883 162
Web: www.palaciodesanbenito.com

viernes, 9 de diciembre de 2011

Gastronomía manchega y cervantina en La Venta del Quijote, en Puerto Lápice

Es una casa rehabilitada que tiene la sobriedad de las antiguas ventas cervantinas, con sus paredes de cal, techos de bovedillas y suelo de baldosa. La Venta del Quijote, en Puerto Lápice (Ciudad Real) ha sido escenario de numerosas películas y sus diversos aposentos se han habilitado como comedores, con chimeneas de leña acogedoras en los fríos meses del invierno de La Mancha. Si por algo es conocido este pueblo es por este edificio del siglo XVll con gran sabor de la arquitectura popular manchega que tiene un gran patio de carruajes, salones y bodega.En este lugar es donde algunos investigadores situan la primera aventura de Don Quijote, donde fue armado caballero y es posible que el mismo Miguel de Cervantes visitara la venta en varias ocasiones. Duelos y quebrantos (torreznos de jamón, chorizo y tocino con huevos revueltos servidos en cazuela de barro), sopas de ajo, pisto manchego, gachas de matanza, caldereta de cordero o el guiso de las bodas de Camacho (pollo con higaditos, huevo duro y pan) son algunas de las especialidades gastronómicas de este restaurante, sin olvidar las flores manchegas o la bizcochá de postre. Cervantes era un perfecto conocedor de la gastronomía manchega, y en el Quijote podemos ver un reflejo de las costumbres alimenticias de su época: cocina muy humilde en determinados estamentos sociales, con pucheros de verduras, nabos y algo de carne; lentejas viudas... la olla o cocido y sus sobras era con lo que llenaban sus estómagos diariamente, aunque en el capítulo de las bodas de Camacho  de "El Quijote" el escritor narra la abundancia de los manjares de la época en la Mancha, eso sí, solo aptos para ser  servidos en la boda de este rico personaje. En la típica gastronomía manchega de los tiznaos, migas de pastor, pistos o asados de cabrito, no puede faltar en la actualidad el queso con Denominación de Origen, los ajos, el azafrán ni el aceite o la torta de pastor en los guisos.
Puerto Lápice fue inmortalizado por Cervantes al convertirlo en el escenario literario donde fue armado caballero Don Quijote de La Mancha. Parece que el origen del pueblo puede ser romano y que incluso llegó a contar con el llamado "Castillo del Foso",en el que se alojó el emperador Trajano durante un viaje a la zona. En el siglo XVI, Puerto Lápice era solo un grupo de casas dedicadas al hospedaje de viajeros y caminantes porque estaban en un cruce de caminos. Aún hoy el pueblo es algo así y la Venta, aunque muy turística, un lugar de parar a repostar fuerzas de camino entre Madrid y Andalucía. Si no es la hora de comer, siempre se puede comprar queso, vino o aceite en su tienda y probar las auténticas berenjenas embuchadas de Almagro.


Venta El Quijote. Molino, 4  13650 Puerto Lápice
926 57 61 10

jueves, 8 de diciembre de 2011

Ochíos con morcilla de Úbeda (Jaén)

Si se visita Úbeda es imperdonable no probar los ochíos rellenos de morcilla en caldera. Los ochíos son típicos de la provincia de Jaén, pero los de Úbeda son especiales porque son panecillos de aceite de oliva, tan enraizado en esta tierra, pero además llevan pimentón lo que les da un sabor especial. En Úbeda se pueden encontrar en todas las panaderías, con el tamaño de una torta, como panecillos redondos o como barritas y piquitos crujientes y los hay dulces y salados. El origen de los ochíos dulces se remonta a los conventos que poblaron la cuenca del Guadalquivir y su consumo se limitaba a las fiestas de la Pascua de Resurrección.  La receta salada varía de la dulce en que los bollos se untan con una mezcla de pimentón con aceite y se sazonan con sal gruesa. El nombre de esta vianda de la panadería tradicional de Úbeda y Baeza y prácticamente desconocida fuera de la comarca jienense de La Loma le viene dado por tratarse de la octava parte de la masa de un pan. Son llamativos por su color rojizo y un fuerte rival del pan tradicional ya que en esta zona de la geografía andaluza se consumen a cualquier hora, desde el desayuno regados con un chorro de aceite de oliva virgen extra, como no podía ser de otra forma al tener sus orígenes en Jaén, hasta la comida y la cena en sustitución del pan de siempre, pasando por el aperitivo o la merienda cuando se rellenan de embutido u otros ingredientes que lo convierten en un energético bocadillo. En Úbeda durante la Romenria de la Virgen de Guadalupe se acompañan de habas verdes.
Probar los ochíos es una excusa más para pasear por Úbeda y Baeza, ciudades de gran riqueza monumental. Situada en el centro geográfico de la provincia de Jaén, al oeste de las boscosas Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, y bordeando la margen derecha de un Guadalquivir cerca de su nacimiento, se extiende Úbeda, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad desde el 3 de julio del 2003. De la gastronomía de la Comarca de la Loma sus comidas más típicas son los ochios, la morcilla en caldera y, los embutidos caseros, las patatas a lo pobre, las migas de pan y uno de los mejores aceites de oliva virgen extra. Para tapear en la zona antigua de Ubeda están las tabernas Zoraida y Zaita, en una callecita pequeña que sale de la Avenida de la Constitución, cerca del Hospital de Santiago. Las tapas son gratis con la caña o el vinito

sábado, 3 de diciembre de 2011

Marbella: el mejor pescado en el Restaurante Bar California y los mejores churros en Casa Ramón

De escándalo, se come de escándalo.Si quieres apreciar el buen marisco y el "pescaito" no hay que dejar de visitar este bar en Marbella, El Bar California es la prueba de que en esta localidad de Málaga se puede comer pescado a un precio razonable, fuera del circuito del lujo y el glamour abusivo. Y no se puede pagar con tarjeta. El género es de lo más fresco cualquier día de la semana y la relación calidad-precio es muy muy muy buena.  Hay que estar al tanto de la hora a que se va porque no se hacen reservas y suelen tener algo de cola para sentarse. Es un bar restaurante con una mediana terraza y con comida de tipo mediterráneo, sobre todo para disfrutar del "pescaito" de hecho su carta está prácticamente basada en ello.
El trato al cliente es bastante bueno, lo camareros son amables y te puedes dejar recomendar por ellos. A cinco minutos de la Plaza de los Naranjos, a cinco minutos del Paseo Marítimo, es decir, en pleno centro de Marbella se puede disfrutar de un estupendo “picoteo” o “tapeo”, con unas calidades de primer orden y unos precios difíciles de encontrar al día de hoy . Destacan las cigalas, los calamares fritos pequeños, tiernos, frescos y fritos como se sabe freir el pescaito en Andalucía, los boquerones, las gambas y la ensalada de pimientos. El precio de las abundantes raciones está en torno a los 6 euros. Los postres no merecen la pena, es mejor tomar un helado en el Paseo Marítimo. Marbella tiene mucho más encanto de lo que podemos imaginar. Sólo hay que acercarse por allí para descubrir que no solo hay playa y jet set y que vale la pena pasear por las blancas y esrechas calles del casco antiguo, admirar las esculturas de Dalí al aire libre en la Avenida del Mar y visitar la villa romana de Río Verde.


Y en uno de los paseos por el centro de Marbella no hay que dejar de sentarse en la terraza de la churrería Ramón, en la plaza de los Naranjos. Allí tienen los mejores churros que he comido. En este establecimiento que regenta la misma familia desde 1941, no han querido cambiar nunca la forma de elaboración que les permite inflar los churros a alta temperatura de manera que queden vacíos de masa por dentro, crujientes y en absoluto pesados ni aceitosos. Los dueños de Casa Ramón dicen que solo tienen dos secretos: el trabajo con masa madre y la fritura en un gran perol de acero con poco aceite de oliva, siempre muy limpio y de renovación casi constante. La rueda para dos o tres persona sale por 10 euros y se puede tomar con café, chocolate o zumos naturales.
Bar California. Dirección Málaga, 2  29600 Marbella.

viernes, 2 de diciembre de 2011

La terraza del hotel Doña María en Sevilla, para tocar la Giralda

La terraza del Hotel Doña María es uno de los rincones más bonitos y desconocidos de Sevilla. La parte superior con la pequeña piscina es algo inolvidable porque poder darse un baño mientras suenan las campanas de la Giralda es algo único. Tiene un bar, que en primavera y verano permanece abierto hasta la noche, para que puedas disfrutar de un coctail o una copa con una de las mejores vistas de la ciudad y que en invierno abre hasta la tarde. Los refrescos rondan los 3 euros y las copas unos 6 aproximadamente.
Al hotel se puede entrar tranquilamente aunque no te alojes en él,  y tan solo debes coger el ascensor (o las escaleras) y subir a la ultima planta. El Hotel Doña Maria se encuentra a un paso de la Catedral, en la puerta del Barrio Santa Cruz situado en el casco antiguo de Sevilla. Este edificio del siglo XIV fue la antigua casa palacio de Samuel Levi, el consejero y confidente del Rey Pedro I, "El Cruel". Tan unidos estaban el consejero y el Rey que una serie de túneles especiales conectaban la mansión y el Alcázar, la residencia del Rey. Durante la España Musulmana allí se ubicaron unos baños árabes. En siglos posteriores la casa fue residencia de la nobleza y actualmente pertenece a la Marquesa de Joaquín. El hotel ahora posee el nombre de su familia, Doña María Sasiaín Aguirre. Algunas de las pinturas originales del lobby han sido trasladadas al Museo de Bellas Artes para las colecciones permanentes del Museo.

C/ DON REMONDO, 19 41004 Sevilla
954 22 49 90