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jueves, 23 de agosto de 2012

Jaén: Renacimiento, Judería, Arte Ibérico, Naif y Tapas

  
Hay capitales de interior que a veces pasan desapercibidas por la impresionante riqueza de su provincia a pesar de su importante patrimonio. Es el caso de Jaén, denominada la capital del Santo Reino, que se alza a los pies del Cerro de Santa Catalina, con calles umbrías, estrechas y empinadas, avenidas pronunciadas y callejones con escaleras. Íberos, cartagineses, guerras púnicas y romanos han pasado por su geografía pero fueros los musulmanes los que le dieron mayor esplendor por eso se conoce esta tierra como "camino de las caravanas", por donde todos han pasado y muchos se han quedado. En en esta ciudad hay que visitar los barrios de La Judería, La Magdalena y La Merced, todos ellos con reminiscencias árabes. En principio, todo recorrido por Jaén debe empezar por la Catedral, ubicada en el casco histórico, una magnífica obra del siglo XVI proyectada por el maestro del Renacimiento Andrés de Vandelvira.  En el interior encontramos la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, conocida popularmente como “El Abuelo” que procesiona el Jueves Santo y que es muy venerada por los jiennenses. Frente a la catedral, la recien restaurada Plaza de Santa María, con el Ayuntamiento y el Obispado y en un lateral la bulliciosa calle Maestra. El urbanismo de la nueva plaza lo ha llevado a cabo el madrileño Salvador Pérez Arroyo, que trazó en ella las líneas de un reloj de sol que marca las horas de la mañana, dependiendo de la sombra que proyecta una de las dos grandes torres campanarios. Cerca, por el Arco de San Lorenzo, se entra a la ciudad medieval llena de iglesias como San Bartolomé o el convento de Santa Clara.
En pleno Barrio de la Judería, entre la calle del Rostro y el Callejón del Gato, se encuentra la Iglesia de San Andrés, en su día sinagoga. El Palacio de Villardompardo es la sede del Museo de Artes y Costumbres Populares y el Museo de Arte Naïf, pero la gran joya de Jaén se encuentra en el sótano, los Baños Árabes más grandes de Europa. Muy cerca, la Fuente del Lagarto preside la plaza junto al Raudal de la Magdalena, lugar donde nació la leyenda del lagarto. Cuenta la leyenda que en la Magdalena dormía un lagarto gigantesco y monstruoso que atemorizaba a la población de la Judería y se comía a todas las personas y animales que iban a por agua. Un joven preso ideó un plan para acabar con el saurio a cambio de su libertad y le ofreció un cordero cuyas tripas estaban llenas de pólvora, reventando el bicho al comérselo. La Iglesia de la Magdalena se construyó en el S. XV sobre una antigua mezquita, conservando el patio de abluciones y la base del alminar. El Castillo de Santa Catalina es otro de los símbolos emblemáticos de Jaén, situado a más de 800 m. de altura, en el paraje de El Neveral. Fué en origen un alcázar árabe construido por Alhamar, quien lo entregó a Fernando III el Santo, declarándose su vasallo a cambio de instaurar el Reino nazarí de Granada.
El Castillo ahora es un Parador de Turismo, un hospedaje con vistas sobre el mar del olivar jiennense. En la ciudad moderna, el Museo de Jaén, próximo al monumento de las Batallas que rememora las contiendas de Navas de Tolosa de 1212 y de Bailén de 1808, acoge la mayor colección de arte íbero de España. Y como no podía ser menos en la tierra del aceite de oliva, Jaén es un sitio de buen tapeo y de tabernas que constituyen todo un ritual. El punto de partida: la Plaza del Pósito, rodeada por un conjunto de tascas típicas con terraza que son testigos de la vida de esta parte alta de la ciudad. A destacar: el Bar El Pósito (Plaza del Pósito, abierto de 12 h a 24 h), precioso lugar de encuentro para vinos, cervezas, café y copa, con detalles muy cuidados: la música (jazz a todas horas) y exposiciones de fotos y cuadros en sus paredes o El Bar Bodegón (Plaza del Pósito, de 13 h a 17 h), un sótano a modo de trastienda donde se pueden disfrutar delicatessen de la tierra que se compran al gusto en la tienda. Muy cerca hay una serie de tabernas centenarias conocidas como ‘Las Tascas’, en el entorno de la calle Maestra, con gran encanto.  Hay que entrar en El Gorrión (C/ Arco del Consuelo), la Manchega (C/ Bernardo López, 8, 953232192), el Manila (C/ Maestra, 4, 953232218) o La Barra (C/ de la Parra). Ya un poco fuera de ese circuito hay que destacar también dos sitios muy jiennenses, la  Marisquería El Pato Rojo, (C/ Bernabé Soriano, 12) o el Pilar del Arrabalejo (C/ Millán de Priego, 49, 953240781). Pero teniendo en cuenta que las zonas e bares mas populares son las de alrededor de la Plaza del Posito y la del Bulevar.Y para tomar una copita después de las tapas hay decenas de sitios.

 

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