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lunes, 20 de enero de 2014

Taberna El Pimpi en el corazón de Málaga: cultura, tipismo y gastronomía



Desde Sean Connery a Melanie Griffith y Antonio Banderas, pasando por La Repompa, escritores, dramaturgos y políticos han pasado por la malagueña Taberna El Pimpi, en pleno centro de la capital de la Costa del Sol,  uno de los lugares que no hay que perderse de tapeo por la zona. Cientos de fotos con rostros conocidos adornan las paredes del bullicioso local con pedigrí que además cuenta con una preciosa terraza en los jardines de la Alcazabilla, frente al Teatro Romano. Con barriles firmados por famosos y estética taurina, a menudo grupos rocieros amenizan a paisanos y foráneos que se reúnen en torno a sus antiguos toneles y la larga barra. El edificio se ubica en lo que fueron las antiguas caballerizas del palacio de Bellavista, después fue un convento y más tarde una sala de fiestas. La taberna se ha ganado su fama por ser un punto de encuentro de mucha gente del mundo de la Cultura. Cuentan que "los pimpis" eran personajes que acompañaban a los turistas que llegaban a Málaga y les llevaban a comer "pescaito frito" o a un tablao flamenco y de ahí el nombre de la taberna. Vino de Málaga y tapas típicas como la porra antequerana, la carrillada y, sin duda, el jamón y el queso, que se pueden degustar en los varios ambientes del local : un comedor más moderno con unas vistas increibles en el piso de arriba de la bodega, la terraza frente a la Alcazaba o las mesitas entre barriles próximas a la barra. 
Además, tertulias, conferencias, presentaciones...han hecho de la taberna un foco cultural de Málaga, único e inimitable aunque según cuentan han sido varias las propuestas que han recibido para franquiciar el negocio en distintas partes del mundo, como en el lejano Bután. Pero El Pimpi tiene que estar en la calle Granada de Málaga, si no sería otra cosa, no la taberna que tan merecida buena fama tiene. 

Calle Granada, 62, 29015 Málaga
952 22 89 90

miércoles, 15 de enero de 2014

Faro, la luminosa capital del Algarve portugués


Faro es la capital del Algarve, con 200 kilómetros de costas escarpadas, playas de arena dorada y aguas cristalinas a su alrededor, humedales y lagos. Está en el corazón del Parque natural de la ria de Formosa así que es un excelente punto de partida para visitar el sur de Portugal y tiene una animada vida nocturna y un montón de restaurantes llenos de navajas, ostras, gambas, mejillones y pescado fresco. Es una ciudad grande, comercial, con un pequeño centro histórico lleno de calles peatonales, empedradas y estrechas. Viven del turismo, la pesca, la industria conservera y la exportación de corcho del que hacen bolsos, sombreros, pulseras y hasta paraguas artesanales. Faro tiene un aeropuerto con vuelos low cost a muchas ciudades de Reino Unido y Alemania, lo que posibilita que haya mucho turismo de esas nacionalidades en la ciudad. 
La catedral, en pleno centro; el arco de la Villa, las iglesias del Carmen y de san Pedro, su marina y el casco histórico rodeado por las murallas y el castillo hacen muy agradable el paseo por la ciudad. Un aperitivo en cualquiera de los bares del casco antiguo con olivas, queso, gambas a la plancha o morcilla, acompañadas de una cerveza Sagres o de un buen Oporto, o un cóctel junto al mar son buenos preludios de una comida o cena en alguno de los restaurantes de la ciudad o en Tabernas como Modesto en la Ciudad Velha. 
La marina y el puerto de faro son bulliciosos y muy interesantes. A lo lejos se ven las barras de arena que configuran las islas de Culatra e Ilha Deserta con sus fantásticas playas. Pescadores, barcos de recreo y de excursiones siempre pueblan las orillas del muelle de esta pequeña ciudad. La laguna de la ria de Formosa está constituida por una serie de islas que protegen la ciudad del Atlántico y es el hábitat perfecto para un montón de especies de aves.
Es fácil recorrer Faro en un día así que se puede disfrutar también de su entorno-las ruinas romanas de Estoi, las islas, Olhao- o visitar otras localidades con encanto como Tavira, Vila Do Bispo, Ferragudo, Sagres, Alvor...o las más masificadas Albufeira, Lagos o Portimao. 

martes, 14 de enero de 2014

Pousada de Estoi, un bello palacio rococó, punto de partida para visitar el Algarve


En un palacio rococó del siglo XVIII rehabilitado, entre naranjos y palmeras, está el Hotel Palacio de Estoi, a solo 9 kilómetros de Faro, la capital del Algarve portugués. Se trata de una de las encantadoras Pousadas portuguesas, una cadena al estilo de los paradores españoles creada en 1940, asentada siempre en edificios históricos. Tiene amplias habitaciones, sauna, piscina y sobre todo un entorno de paz impresionante. Aunque no te alojes en ella es ideal para ir a tomar un coctel, un oporto o un café con tarta de alfarroba en su espléndida terraza. El Palacio perteneció a José Francisco da Silva, que fue vizconcde de Estoi y se abrió en 1909. Es fácil imaginar los bailes y la vida de esos salones en aquella época. 
El autor de la rehabilitación, Gonzalo Byrne, ha conseguido crear un remanso de paz, a pocos kilómetros de la playa y cerca del Algarve más jaranero. Un edificio principal precioso, con coquetos salones, una capilla lateral y unos maravillosos jardines tras los que al fondo se descubre el mar lejano. Las piscinas tienen una situación impresionante, hay spa y un pequeño restaurante con especialidades locales,  sobre todo de pescado y marisco fresco, donde tomar un menú o comer a la carta. Son expertos en preparar cataplanas, típicas de la región del Algarve, bien de marisco bien de cerdo y almejas, eso sí todas aliñadas con cilantro. 
Estoi es un pueblo pequeño pero la Pousada está a solo diez minutos de Faro, una ciudad marinera grande con un bonito centro histórico de calles empedradas y peatonales y edificios coloniales. Además en Estoi hay unas ruinas romanas, las de Milreu, vestigio de un pueblo del siglo III con un templo, saunas balnearios y azulejos en muy buen estado de conservación, que merecen una visita.

Rua de São Jose, 8005-465 Faro, Portugal
+351 289 990 150